El lobo...José María Orensanz
Por Alejandro Cannizzaro El lobo era un señor que andaba en bicicleta cansina por las calles de Puerto Madryn, pero era muy pero muy importante para mucha gente. Este señor que parecía una mezcla de Marx y Papá Noel fue uno de los investigadores principales del CONICET, que puso su enorme conocimiento académico a disposición de todos y cada uno que lo necesitara. Formó a decenas y decenas de investigadores de nuestro país y del exterios. Fue un referente y un pionero en muchos sentidos. Para Rolando González José, director del CENPAT, el Lobo fue la persona que le enseñó con su trabajo y sin haber leído la definición del término, lo que era hacer vinculación tecnológica y social en su sentido más genuino. " El Lobo generó con los pescadores artesanales una relación de intercambio de saberes muy intensa y de igual a igual con resultados y productos concretos. Impactó positivamente en la economía y en su vida" - explica. Ese señor de barba copiosa y de gesto bonachón