Por Fernando Becerra (docente y no-docente)

UNPSJB vs. UPCH: Un falso debate

Por estos días varias explicaciones compiten por la atención de los chubutenses en el debate que enfrenta a las autoridades del gobierno provincial con sus pares de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
Sin embargo, esta catarata de acusaciones y desmentidas sobre el funcionamiento esta Casa de Estudios impiden pensar en el problema real: el tipo de relación históricamente establecido entre dos instituciones autónomas, con misiones diferentes no excluyentes, instaladas en el mismo espacio geográfico, orientadas potencialmente a los mismos destinatarios y, como si fuera poco, atravesadas por una historia de oposiciones fomentadas por agentes y grupos que habitan en los espacios sociales donde cada una de aquellas concentra sus mayores poderes (Valle y Sur, respectivamente).
El debate surgió a propósito de las fundamentaciones expuestas por el gobernador Das Neves para la creación de la Universidad Provincial del Chubut (UPCH). El y sus diferentes voceros aludieron a la pertinencia, la inserción, el compromiso, la calidad, la eficiencia y eficacia, y el monopolio del saber. De lo contrario, cómo justificar la necesidad de una nueva institución educativa, sino a partir de la explicitación de supuestas deficiencias en la existente. A los ojos de los universitarios, si bien es imposible negar "problemas", las importantes corresponden a un orden diferente a las planteadas por el gobernador; y mientras algunos son comunes al resto de las universidades públicas, otras responden a nuestra desigual ubicación en el sistema universitario argentino y también de la Patagonia en el desarrollo del espacio social nacional. Y el rector de la universidad, Jorge Gil, replicó como era esperable: con datos.
Según pasan los días, el debate devela que el primero, utilizó a la universidad como chivo expiatorio de proyectos políticos, sean personales y/o sectoriales; mientras el segundo, eligió una estrategia dentro del esquema argumentativo propuesto por el gobierno.
Sin embargo, la creación de la UPCH podría explicarse por otras causas, totalmente ajenas al funcionamiento de la UNPSJB o, mejor dicho, ajenas a las fundamentaciones brindadas por las autoridades provinciales.
¿Cuáles?: Posiblemente orientar el ingreso de dinero proveniente de la extensión de los contratos petroleros para el objetivo -por cierto loable- del desarrollo regional, y en especial de la potenciación de un espacio urbano rezagado de la actual explosión de crecimiento: Rawson.
Con la creación de la UPCH el gobierno podría inyectar directamente dinero fresco en la zona. Todos los meses, unos cuantos millones y un movimiento económico que se generaría alrededor de la actividad (desde las librerías hasta el mercado inmobiliario). No es poca cosa. Finalmente, el fortalecimiento del polo valletano para equilibrar el crecimiento sostenido de la zona sur de la provincia (ahora sumada la ciudad de Sarmiento tras los anuncios de una empresa petrolera).
En este contexto, la promoción de investigaciones, la apertura de carreras o la esperanza para detener las migraciones juveniles (podrían hacerse desde los institutos terciarios existentes, la promoción de concursos de proyectos como los desarrollados oportunamente o la aplicación de impuestos diferenciales) serían razones subjetivas que se encuentran insertas en un sistema de construcción del poder cuya lógica se fundamentaría en la acción política sin mediación institucional y/o personal alguna. Mediación que significaría la posible emergencia de obstáculos -simplemente porque la autonomía en las decisiones constituye una matriz de funcionamiento universitario- o la cortesía de compartir los éxitos.
En ambos casos, consecuencias no favorables a la impronta personalista del gobernador y a los intereses de los grupos adyacentes. Desde esta perspectiva, el objeto real del debate lo constituirían las instancias de articulación que el Estado Provincial y UNPSJB deberían promover, más allá de las especificidades de las gestiones Das Neves/Gil, en el marco las siempre tensas relaciones entre los grupos del políticos y económicos del valle y de la zona sur de la provincia. Acciones tendientes a superar una falla estructural en el modo de relación -ya denunciada por la propia universidad nacional hace más de una década- que se encuentra una y otra vez fortalecido por las dificultades existentes en la construcción de conocimiento en patagonia sur y, además, por la carencia de proyectos provinciales estratégicos o por la dificultad de desplegarlos en contextos de incertidumbre o imposibilidad regional.
En este contexto, la acción de gobierno provincial merece crítica porque no contribuye a una propuesta superadora del voto electoral; y fundamentalmente porque el Estado Provincial tiene el privilegio y la obligación de la primacía política en tanto su misión se orienta a la construcción de un orden sociopolítico. Respecto a la universidad nacional –aún manteniendo la autonomía que tantos beneficios produjo a la provincia- debería aceitar los mecanismos que permitan diferenciar ambiciones políticas sectoriales de los proyectos colectivos que amplían los derechos y las conquistas que contribuyen a construir un mundo social igualitario, libre, solidario y fraterno.La superposición de jurisdicciones obliga a la búsqueda de complementariedad y cooperación, a la construcción de un modo de relación abierto y flexible, aunque previsible. Este es el verdadero debate.

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